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Juguetes reciclados envueltos en solidaridad

Madera,  papel,  pinzas  de  la  ropa,  cáscaras de  nueces  y  mucha  ilusión  y  trabajo.  Estos  son los  ingredientes  de  los  que  se  nutre  la  acción solidaria que van a llevar a cabo hoy los alumnos de  primer,  segundo  y  tercer  ciclo  de  Primaria del   Colegio   Público   Larrea   de   Amorebieta-Etxano.  Los  chavales  de  entre  7  y  11  años  han invertido centenares de horas de su tiempo libre, después  de  clase,  en  fabricar  juegos  de  mesa con  materiales  reciclados.  Ellos  han  disfrutado cortando,  pegando,  y  pintando  y  a  partir  de esta  tarde  serán  los  niños  enfermos  del  hospital de  Basurto  los  que  jueguen  con  estos  artículos artesanales. “Esperamos que les guste y jueguen con ellos”, desearon los pequeños solidarios.En total, llevarán al centro sanitario dos juegos de dominó, cinco tableros de tres en raya con sus respectivas  fichas  y  seis  juegos  de  memoria  con animales. Además, donarán una casa nido para que los pájaros de la zona puedan anidar en los árboles cercanos al hospital.

Toda esta aventura comenzó en diciembre. De mano  de  la  profesora,  Puri  Zugasti,  los  chavales comenzaron  a  preparar,  como  cada  año,  las casas   nido   de   madera   que   después   suelen colocar en una zona determinada del municipio, con motivo de la Semana del árbol y del agua. Sin  embargo,  los  chavales  quisieron  ir  más  allá, y  con  las  maderas  cedidas  por  la  empresa zornotzarra Muebles San Pedro y en colaboración con la Asociación de Padres y Madres del centro escolar, decidieron aprovechar su tiempo, fuera del horario escolar, para fabricar juegos de mesa. Dominós con pinzas de la ropa, tres en rayas con piezas  de  cáscara  de  nuez,  y  todo  aquello  que sus pequeñas manos y su gran ingenio les permitía crear.  “Se  nos  pasaban  las  horas  sin  darnos cuenta”, reconocían los chavales.

Para  dar  un  mayor  valor  social  a  su  trabajo, decidieron  dejar  en  el  centro  dos  juegos  por cada  ciclo  para  que  jugasen  sus  compañeros y  el  resto  donarlos  a  unos  niños  necesitados de   diversión.   “Nosotros   les   llevamos   nuestra fuerza e ilusión. Ojalá, eso sirva para que ellos se recuperen lo antes posible”, comentó Puri Zugasti. El viaje a la capital lo harán en tren y en tranvía. “Ya  tenemos  ganas  de  ir”,  confesaron  ayer  los niños, que después transmitirán a sus compañeros la  experiencia  vivida  a  través  de  los  medios  de comunicación de que disponen en el colegio.